En Artigas una empresa que se dedica a la venta de piedras preciosas fue estafada luego que su correo electrónico fuera vulnerado. El caso no es ajeno a nuestro departamento ya que los delitos electrónicos no tienen fronteras y se pueden cometer desde cualquier lugar.
Según se informa desde el Ministerio del Interior una persona no autorizada accedió al correo de la empresa y comunicándose con los clientes desvió dos depósitos de dinero que estos debían realizar. El monto desviado alcanzaría la suma de 15 mil dólares.
El denunciante presentó un informe del proveedor de hosting (página web y correo electrónico) donde se pueden ver accesos a la cuenta desde Malasia, algo que se puede determinar gracias a la dirección IP. También indicó que recientemente estuvieron de viaje y sospechan que al utilizar las conexiones WiFi abiertas de los aeropuertos podrían haber robado sus claves de acceso.
La denuncia al involucrar a varios países en la estafa ha sido derivada a Interpol.
Es más común de lo que parece:
Aunque la contraseña pudo ser robada de diversas formas, al utilizar una red WiFi pública como las de los hoteles, bares o aeropuertos la información que viaja por ellas puede ser interceptada por ciberdelincuentes que buscan obtener contraseñas y datos bancarios. Es por ello que los especialistas siempre recomiendan evitar acceder a servicios importantes desde una conexión a internet compartida y tomar las precauciones adecuadas.
En este sentido les recomiendo ver el siguiente informe realizado con uno de los expertos en seguridad más reconocidos del mundo, en pocos minutos muestra como es posible hackear cuentas de correo, Facebook y mucho más sentados en el aereopuerto:
Esta clase de estafas que involucran a internet no son extrañas en nuestro país, una de las modalidades más comunes es la llamada estafa nigeriana en la cual le hacen creer a las víctimas que han ganado una lotería (como la de Microsoft) o algún premio, pero para recibirlo deben realizar un pago previo generalmente por Western Union. También son habituales en las ventas de automóviles o inmuebles en sitios de subastas, quienes caen en estos engaños difícilmente recuperan su dinero ya que los envíos se hacen a otros países, son rápidamente cobrados para hacerse de los billetes y en ocasiones utilizan intermediarios (las llamadas mulas de dinero) por lo cual se dificulta bastante seguirles el rastro.
En caso de ser víctimas de estos engaños es importante presentar la denuncia, ya que en base a varias los departamentos de delitos informáticos pueden seguir pistas en colaboración con otros países y así terminar desmantelando a estas bandas de delincuentes.